Box or not Box

José Luís, el medico macrobiótico, le dijo al perro, lo que vos tenes que hacer es box; te parece le contesto y el dijo es un entrenamiento como pocos. Y ahí salio el Perro en busca de un gimnasio adecuado a Perros de su estirpe. Ahí se cruzo con Miguel Ángel Castellini y su academia de boxeo con su eslogan “Box el Mejor entrenamiento del Mundo. Allá por los 70, Miguel Ángel Castellini era uno de los secretos mejor guardados del boxeo argentino. Pampeano de origen. Hoy, Castellini ya tiene 59 y sigue al pie del ring, trabajando en su gimnasio de la calle Perón entre Callao y Ríobamba. Gimnasio modelo, elegante, coqueto, lleno de cuadros, fotos, recortes, guantes y trofeos, que vale la pena aunque sea visitar. Castellini, tenía pinta, hablaba bien y pegaba como un animal. El ring side se poblaba de mujeres para verlo en acción. Siempre tuvo un carisma muy especial. Fue campeón del mundo aunque la corona le duro poco. Nunca logro superar aquella derrota ante Eddie Gazo, que le costó la corona mundial conseguida en Madrid ante Durán. Castellini no se entregó nunca y hoy con un estado físico envidiable, sigue firme junto al ring. Así es Castellini, un ferviente enamorado de su trabajo y del boxeo, un hombre que posee un gran carisma y que supo enfrentarse cara a cara con el éxito y el fracaso. En uno de sus cuadros en el gimnasio dice: “El que nunca cayo no sabe como levantarse”.
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